La noticia ha sorprendido a muchos amantes de los animales en todo el mundo: Bobi, el perro que se pensaba que era el más viejo del planeta, ya no ostenta más ese título según los Récord Guinness.
Bobi, un Rafeiro do Alentejo de raza pura, había ganado fama por su longevidad, viviendo más de 31 años en el pintoresco pueblo rural de Conqueiros, en Portugal. Sin embargo, esta historia ha dado un giro inesperado tras la decisión de los Récord Guinness de retirarle el título.
Según los informes, la razón detrás de esta decisión radica en la falta de evidencia suficiente para respaldar la afirmación de que Bobi era el perro más viejo de la historia. A pesar de los reclamos del dueño de Bobi, Leonel Costa, sobre la fecha de nacimiento del perro, los Récord Guinness han concluido que no cuentan con la evidencia necesaria para mantener su título.
La decisión de retirar el título se produce después de que especialistas y veterinarios plantearan dudas sobre la edad real de Bobi, lo que llevó a los Récord Guinness a abrir una investigación exhaustiva sobre el caso.
Leonel Costa, el dueño de Bobi, ha defendido vehementemente el título de su mascota como el perro más viejo del mundo, argumentando que los Récord Guinness pasaron un año verificando el reclamo del récord. Sin embargo, los organizadores de estos premios han señalado que la falta de evidencia sólida, especialmente en relación con los datos del microchip de Bobi, los dejó sin otra opción que retirar el título.
Por ahora, el mundo espera ansiosamente para saber quién será el nuevo poseedor del récord del perro más viejo del mundo, mientras la historia de Bobi deja un legado de incertidumbre y cuestionamientos sobre la autenticidad de las proezas animales registradas.
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