Análisis revela altos niveles de bacterias fecales en el agua, poniendo en riesgo la salud de los atletas.
A medida que nos acercamos a los Juegos Olímpicos de París 2024, surge una preocupación significativa sobre la calidad del agua del Río Sena, que está programado para albergar competencias como el Triatlón y la Natación en Aguas Abiertas. Análisis recientes han demostrado niveles alarmantes de contaminación bacteriana, especialmente la bacteria E. coli y enterococos, que superan con creces los límites seguros para el contacto humano.
A pesar del entusiasmo por el regreso de las competencias olímpicas al Río Sena después de casi un siglo, la presencia de estas bacterias ha desatado preocupaciones sobre la seguridad de los atletas y la viabilidad de las competiciones en aguas contaminadas. El presidente francés, Emmanuel Macron, incluso había prometido nadar en el río junto con la alcaldesa Anne Hidalgo para demostrar la calidad del agua, pero los resultados de los análisis indican lo contrario.
El análisis llevado a cabo por la fundación Surfrider, el laboratorio Eau de París y Analy-Co reveló niveles de E. coli que superan las 2000 unidades formadoras de colonias por cada 100 mililitros de agua, con un pico de 7250 en febrero. Además, se detectaron rastros de enterococos que alcanzaron los 500 ufc/100 ml, con un máximo de 1190 en el mismo mes. Estas bacterias, presentes en heces fecales humanas y animales, representan un riesgo significativo para la salud de los nadadores.
Aunque el gobierno parisino asegura que se está trabajando para mejorar la calidad del agua antes de las competencias, las preocupaciones persisten. La directora adjunta de ambiente en la prefectura de París, Claire Grisez, explicó que se están implementando medidas para evitar que las aguas residuales y pluviales se mezclen en el río, pero admitió que factores como las tormentas podrían complicar la situación.
Con los Juegos Olímpicos programados para comenzar el 26 de julio, la pregunta sobre si habrá tiempo suficiente para descontaminar el agua del Río Sena y garantizar la seguridad de los atletas sigue siendo una preocupación clave en el camino hacia París 2024.
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