La compañía Neuralink, cofundada por Elon Musk, ha alcanzado un hito trascendental en el campo de la interfaz cerebro-computadora al realizar con éxito el primer implante de un chip en el cerebro de un paciente humano. Este avance ha permitido que el paciente controle un ratón de computadora únicamente con sus pensamientos, abriendo nuevas posibilidades en el ámbito de la tecnología y la salud.
El paciente, del cual se han mantenido en reserva detalles específicos, ha experimentado una recuperación completa y sin efectos adversos, según anunció Musk durante un evento en su plataforma X. Este logro marca un paso significativo en el cumplimiento de las ambiciones de Musk de ampliar las capacidades humanas y abordar diversas condiciones médicas a través de la tecnología de Neuralink, como la obesidad, el autismo, la depresión y la esquizofrenia.
El procedimiento, asistido por un robot quirúrgico de la compañía, recibió la aprobación para reclutar pacientes humanos por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en mayo del año anterior, y desde entonces ha avanzado hacia este hito monumental.
La tecnología desarrollada por Neuralink tiene como objetivo no solo ayudar a las personas con parálisis a recuperar funciones perdidas, como el control de dispositivos externos con la mente, sino también ofrecer posibilidades futuras como la restauración de la vista, la mejora de la memoria y el aumento de la inteligencia. Musk visualiza un futuro en el que esta tecnología pueda permitir a personas con condiciones que limitan su movimiento o comunicación comunicarse de manera más eficiente y fluida.
El dispositivo pionero de Neuralink, conocido como Telepathy, permite a las personas controlar sus dispositivos electrónicos solo con sus pensamientos. Aunque la tecnología está en sus etapas iniciales de prueba y desarrollo, se espera que sus primeros productos se centren en restaurar funciones perdidas en personas con parálisis o discapacidades visuales.
A pesar de los avances, la implementación de dispositivos implantados en el cerebro en humanos saludables plantea desafíos regulatorios y éticos importantes. Neuralink, valorada en aproximadamente USD 5 mil millones el año pasado, ha enfrentado críticas por sus protocolos de seguridad, pero su progreso continúa marcando un hito en el camino hacia una nueva era de la neurotecnología.
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