La evidencia científica sobre el rendimiento académico ha sido un tema de interés durante décadas. En la actualidad, la población de hijos únicos se ha convertido en la norma en los países desarrollados, permitiendo la realización de extensos estudios sobre este grupo.
Investigaciones en lugares como China, que han tenido la política de "un solo hijo" por décadas, arrojan luz sobre cómo ser hijo único podría influir en el rendimiento escolar.
Uno de los estudios más recientes se llevó a cabo en China, analizando el rendimiento de más de 90.000 estudiantes de cuarto grado, de los cuales cerca de un tercio eran hijos únicos. Los resultados mostraron que los hijos únicos tenían un mejor rendimiento académico y sentimientos más positivos hacia la escuela en comparación con sus pares con hermanos, incluso después de considerar factores como género y ubicación geográfica.
En otro estudio con estudiantes de séptimo y octavo grado, se examinó si el orden de nacimiento tenía algún impacto en el rendimiento académico. Una vez más, los hijos únicos destacaron con un rendimiento significativamente superior al de los estudiantes con hermanos. Esto se mantiene constante incluso al considerar factores como el nivel económico, el tiempo de crianza y la relación con los padres.
Estos hallazgos también se han replicado en otros países. Un estudio en Inglaterra encontró que los primogénitos, tanto hombres como mujeres, presentaban un mejor rendimiento académico. En comparación con sus hermanos menores, los primogénitos tenían un 16% más de probabilidades de asistir a la educación superior y un 7% más de probabilidades de completarla.
Los investigadores sugieren que los recursos familiares desempeñan un papel clave en este fenómeno. Cuanto más numerosa sea la descendencia, mayor será la competencia por el tiempo, la atención y los recursos económicos de los padres. En familias más grandes, cada nuevo hermano recibe una porción más pequeña de estos recursos.
La Dra. Susan Newman, psicóloga social y autora, destaca que el enfoque más centrado en recursos familiares podría ser el factor determinante para el mejor rendimiento de los hijos únicos. La competencia reducida por atención y recursos podría permitir un ambiente más propicio para el aprendizaje y el éxito académico.
En última instancia, estos estudios proporcionan una visión más profunda de cómo la dinámica familiar y los recursos disponibles pueden influir en el rendimiento escolar, resaltando el papel significativo que desempeña el estado de ser hijo único en este aspecto.
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