El fenómeno de las personas que llegan a la centena de años se ha vuelto cada vez más común en los últimos años. Según datos de la División de Población de las Naciones Unidas, en 2021 había más de 621.000 personas de al menos 100 años en el mundo, y esta cifra continúa en aumento. Sin embargo, ¿qué diferencia a estos centenarios de aquellos que no superan esta edad?
Hasta ahora, la investigación sobre las personas que alcanzan los 100 años se ha basado en grupos de población pequeños, a menudo excluyendo a aquellos que residen en instituciones de cuidado a largo plazo. No obstante, un nuevo estudio publicado en la revista GeroScience ha arrojado luz sobre las características de aquellos que llegan a los 100 años al realizar un seguimiento de 44.000 suecos, incluyendo 1.224 centenarios, lo que representa el 2,7% de la población de estudio.
Para identificar las diferencias, los investigadores analizaron doce biomarcadores sanguíneos relacionados con la inflamación, el metabolismo, la función hepática y renal, así como la posible desnutrición y anemia, todos vinculados al proceso de envejecimiento en investigaciones anteriores.
Los resultados revelaron que aquellos que alcanzan los 100 años tienden a tener niveles más bajos de glucosa, creatinina y ácido úrico después de los 60 años. Sin embargo, los valores promedio de la mayoría de los biomarcadores no variaron significativamente entre los centenarios y los no centenarios. Por ejemplo, muy pocos centenarios presentan niveles de glucosa superiores al 6,5%, que es una señal de diabetes, o niveles de creatinina superiores a 125, que se consideran altos.
Al analizar los biomarcadores relacionados con la probabilidad de llegar a los 100 años, solo dos de los 12 biomarcadores mostraron una conexión con la probabilidad de alcanzar esa edad: la alanina aminotransferasa y la albúmina. Por otro lado, aquellos con niveles más bajos de hierro y colesterol tenían menos posibilidades de llegar a los 100 años en comparación con aquellos con niveles más altos. No obstante, las personas con niveles más altos de glucosa, creatinina y ácido úrico también disminuirían sus posibilidades de convertirse en centenarios.
Este estudio proporciona una visión más clara de las características que podrían estar relacionadas con una vida más larga y saludable, y ofrece pistas sobre cómo mejorar la longevidad y la calidad de vida en la vejez.
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