Kathleen Folbigg, la mujer que fue apodada "la peor asesina en serie de Australia", recibió clemencia después de que surgieron nuevas pruebas que indican que ella no mató a sus cuatro hijos.
Folbigg pasó 20 años en prisión después de que un jurado la declarara culpable de asesinar a sus hijos Caleb y Patrick y a sus hijas Sarah y Laura entre 1989 y 1999. Sin embargo, una investigación reciente tuvo en cuenta los hallazgos de los científicos que sugieren que los bebés podrían haber muerto de causas naturales.
El caso de la mujer de 55 años ha sido descrito como un gran error judicial en el sistema legal australiano. Folbigg, que siempre ha mantenido su inocencia, fue condenada en 2003 por el asesinato de tres de sus hijos y el homicidio involuntario de su primer hijo, Caleb.
Cada niño murió repentinamente entre 1989 y 1999, con edades comprendidas entre los 19 días y los 19 meses, y los fiscales en su juicio alegaron que ella los asfixió.
"Un calvario de 20 años"
Las apelaciones anteriores y una investigación separada del caso en 2019 encontraron motivos insuficientes para poner en duda la condena y dieron más peso a las pruebas circunstanciales presentadas en el juicio original.
Pero en la nueva investigación dirigida por el juez jubilado Tom Bathurst, los fiscales aceptaron que los nuevos hallazgos sobre mutaciones genéticas habían cambiado su comprensión de las muertes de los niños.
El fiscal general de Nueva Gales del Sur, Michael Daley, anunció el lunes que Bathurst se había formado una "opinión firme" de que había dudas razonables sobre la culpabilidad de Folbigg. Como resultado, el gobernador de Nueva Gales del Sur firmó el indulto y ordenó su liberación inmediata.
"Han sido 20 años de calvario para ella... Le deseo paz", dijo Daley, y agregó que sus pensamientos también estaban con Craig Folbigg, el padre de los niños.
En la investigación de 2022, los abogados de Folbigg señalaron la "improbabilidad fundamental" de que cuatro niños de una familia murieran por causas naturales antes de los dos años.
El indulto incondicional no anula las condenas de Folbigg, dijo Daley. Esa sería una decisión para el Tribunal de Apelación Penal si el magistrado retirado Bathurst decide remitir el caso, un proceso que podría demorar hasta un año.
Si se anulan sus condenas, Folbigg podría demandar al gobierno por millones de dólares en compensación.
Podría recibir una suma similar a la otorgada a Lindy Chamberlain, a quien se le concedieron 1,3 millones de dólares en 1992 tras ser condenada injustamente por la muerte de su hija Azaria. Sin embargo, algunos partidarios de Folbigg argumentan que su caso no es comparable al de Chamberlain, quien pasó tres años en prisión.
"Es imposible comprender el daño que se le ha infligido a Kathleen Folbigg... el dolor de perder a sus hijos y luego casi dos décadas encerrada en prisiones de máxima seguridad por crímenes que la ciencia ha demostrado que nunca ocurrieron", dijo su abogado, Rhanee Rego.
Folbigg fue recibida en la puerta de la prisión por amigos involucrados en la campaña de años por su libertad. Daley, el fiscal general de Nueva Gales del Sur, apeló al respeto de la privacidad de Folbigg para que pueda "seguir adelante con su vida".
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