Especialistas consultados por Publimetro han emitido una advertencia sobre la creciente tendencia de la compra compulsiva del iPhone 15, destacando que esta conducta está arraigada en la baja autoestima, una búsqueda de un falso éxito, y un deseo de pertenecer a un grupo social y económico que no siempre es una realidad.
El doctor en Psicología y jefe de Posgrado de la Facultad de Humanidades de la Universidad La Salle, Emiliano Villavicencio, ha explicado que la gente se siente impulsada a adquirir el último dispositivo de Apple debido a un sentido de pertenencia e identidad que en realidad solo existe. en la mente del comprador.
La publicidad y la mercadotecnia también desempeñan un papel importante al crear la necesidad de poseer la última versión del teléfono, argumentando que es esencial para el trabajo, facilita la vida y otorga estatus. Estas afirmaciones, aunque no siempre fundamentadas, hacen que las personas se sientan bien cuando gastan grandes sumas de dinero en un nuevo iPhone.
Además, Villavicencio señala que la compulsión por adquirir un iPhone también se relaciona con la baja autoestima de muchos consumidores, quienes vinculan su bienestar emocional con posesiones materiales. Para algunos, tener una cantidad significativa de dinero en la billetera es un indicador de éxito, mientras que sentirse fracasados si tienen menos dinero es una realidad angustiante.
Este comportamiento puede desencadenar episodios de ansiedad entre los compradores, llevándolos a esperar en largas filas, endeudarse o sacrificar su bienestar personal con el fin de obtener el objeto deseado. En casos extremos, la ansiedad y la compulsión pueden manifestarse en pequeños rasgos de enojo, tristeza e incluso depresión, que afectan no solo a la persona en cuestión, sino también a su entorno personal, familiar y laboral.
Guadalupe Márquez, directora de la Licenciatura de Emprendimiento del Tec de Monterrey, campus Estado de México, destaca que los mexicanos a menudo disfrazan y ocultan sus carencias al publicar en redes sociales la adquisición de un nuevo iPhone. Esto se hace con el objetivo de proyectar una imagen de éxito y superioridad ante los demás, mostrando que les va bien y que poseen lo que otros no tienen.
En última instancia, esta tendencia no solo refleja una necesidad de pertenencias y una búsqueda de estatus, sino que también plantea cuestiones sobre cómo los dispositivos como el iPhone pueden ser vistos como símbolos de poder y empoderamiento en la sociedad actual. Para muchos, tener el último iPhone es más que una posesión, es un medio para afirmar su posición y poder en el mundo moderno.
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