La reciente hospitalización y operación abdominal programada de Kate Middleton, la princesa de Gales y futura reina de Inglaterra, ha generado gran revuelo mediático debido al hermetismo que rodeó el evento y las especulaciones sobre su salud.
Aunque el palacio de Kensington descartó rápidamente los rumores de cáncer relacionados con la intervención quirúrgica de Middleton, la falta de detalles sobre los motivos detrás de la operación llamó la atención de los medios. A diferencia del caso del rey Carlos III, cuyo tratamiento por un crecimiento de próstata se anunció con gran despliegue mediático, el procedimiento de Middleton se mantuvo en total reserva, incluso al ser dada de alta.
La salida discreta de Middleton del hospital en Londres contrasta con el enfoque público de la familia real en otros casos de salud. Mientras que el rey Carlos III y la reina Camila fueron fotografiados saliendo del hospital con buen humor, Middleton evitó cualquier exposición mediática y se retiró a su hogar en Adelaide Cottage, en el vasto terreno de Windsor.
La propiedad, donde Middleton y su familia se mudaron en 2022, ha sido el lugar de recuperación de la princesa, bajo el cuidado de su madre, Carole Middleton. Durante su ausencia, Carole ha mantenido la rutina de los príncipes George, Charlotte y Louis, nietos de Middleton.
Según un comunicado de Kensington, se espera que Middleton haga una reaparición pública después de la Semana Santa o Pascua, y cualquier actualización sobre su recuperación será compartida únicamente si tanto ella como su familia lo consideran necesario. La discreción en torno a su salud y recuperación refleja el deseo de Middleton de mantener la privacidad en este momento delicado.
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