Investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson en la Universidad de Harvard han anunciado un avance tecnológico que podría transformar la industria de los autos eléctricos. Se trata de una batería de metal de litio o estado sólido que no solo se carga en cuestión de minutos, sino que también tiene una vida útil de miles de ciclos de carga.
Esta innovación tiene el potencial de eliminar dos de los mayores obstáculos para la adopción masiva de vehículos eléctricos: los tiempos de recarga prolongados y la limitada duración de las baterías.
Lo destacado de esta batería radica en su tecnología basada en el uso de partículas de silicio en el ánodo, una de las terminales de la batería. Estas partículas permiten una distribución uniforme de la carga, evitando la formación de estructuras llamadas dendritas, que son conocidas por causar cortocircuitos o incluso incendios en las baterías convencionales.
El equipo de Harvard, liderado por el profesor asociado Xin Li, diseñó un prototipo del tamaño de un sello postal durante las pruebas. Este prototipo mantuvo el 80% de su capacidad después de 6,000 ciclos de carga y descarga, superando significativamente a las baterías actuales en el mercado.
La tecnología ya ha sido licenciada a Adden Energy, una empresa derivada de Harvard, que está trabajando para escalar la batería a un tamaño adecuado para su implementación en smartphones y, potencialmente, en autos eléctricos.
Con esta innovación, la visión de un automóvil eléctrico que pueda cargar su batería tan rápido como llenar un tanque de gasolina y mantener su eficacia durante años está cada vez más cerca. Este avance podría ser clave para hacer que los vehículos eléctricos sean más atractivos y competitivos en el mercado automotriz. La continua inversión en investigación y desarrollo sigue allanando el camino hacia un futuro de movilidad más sostenible y eficiente.
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