Liangshan Mengyang, una influencer originaria de la provincia de Sichuan, se ganó la atención de millones en las redes sociales con una historia de supuesta pobreza y sacrificio. Sin embargo, según informes del diario estatal China Daily, sus afirmaciones resultaron ser fabricadas.
Bajo el disfraz de la pobreza, Mengyang contaba una historia de orfandad y lucha, afirmando haber dejado la escuela para cuidar de sus hermanos y sobrevivir únicamente de patatas en una humilde choza de adobe.
A medida que su base de seguidores crecía hasta alcanzar los 4 millones, Mengyang comenzó a promocionar productos supuestamente locales, desde nueces hasta "xueyan", una resina vegetal con supuestas propiedades laxantes y anti-envejecimiento.
Sin embargo, una investigación policial reveló la falsedad de sus afirmaciones. Descubrieron que los padres de Mengyang estaban vivos y que su familia residía en una vivienda estatal con condiciones económicas adecuadas.
Además, se determinó que los productos que promocionaba no eran locales, sino que provenían de una compañía en Chengdu, capital de Sichuan, especializada en crear personajes ficticios para promover sus productos en línea.
Como resultado, Mengyang y otras siete personas enfrentan consecuencias legales. La sentencia impuesta, junto con multas significativas de hasta 100.000 yuanes (13.890 dólares, 12.780 euros), marca un precedente en la lucha contra la publicidad engañosa en línea en China.
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