Un equipo de investigadores de la Universidad de Utah está arrojando luz sobre uno de los enigmas más profundos de nuestro planeta: el funcionamiento del núcleo interno de metal sólido de la Tierra.
Durante los últimos 27 años, una red global de sismómetros destinados a detectar pruebas nucleares ha recopilado datos sísmicos reveladores sobre la estructura y composición del núcleo interno del planeta tierra.
Este núcleo interno, una esfera sólida de metal que tiene un diámetro de 2.442 kilómetros, representa menos del 1% del volumen total de la Tierra, pero su existencia es esencial para la formación del campo magnético del planeta, un escudo vital que nos protege de radiaciones y vientos solares.
El equipo de la Universidad de Utah ha descubierto que el núcleo interno no es uniforme como se esperaba anteriormente, sino que tiene una composición interna de diferentes "tejidos" que crean una variedad de texturas tipo montañas al interior del planeta. Este hallazgo proporciona nuevas pistas sobre cómo se formó y evolucionó el núcleo interno a lo largo del tiempo.
Según Guanning Pang, uno de los investigadores involucrados en el estudio,
"Por primera vez confirmamos que este tipo de inhomogeneidad está en todas partes dentro del núcleo interno". Esto revela un nuevo nivel de complejidad en la estructura de esta región profunda de la Tierra.
El estudio se basó en datos sísmicos recopilados por una red mundial de sismómetros utilizados para detectar explosiones nucleares. Estos datos, originalmente necesarios para hacer cumplir el tratado de prohibición de pruebas nucleares, han mostrado información valiosa para comprender el núcleo interno de la Tierra y otros fenómenos relacionados con la geología, el clima y la atmósfera.
Aunque el núcleo interno se encuentra a millas de kilómetros de profundidad, las ondas sísmicas por terremotos garantizan una ventana para explorar su estructura. El equipo de la Universidad de Utah analizó datos de más de 2.400 terremotos de magnitud superior a 5,7 para mapear la estructura interna del núcleo interno y revelar su falta de homogeneidad.
Estos descubrimientos no solo contribuyen a la comprensión de cómo funciona el núcleo interno, sino que también arrojan luz sobre cómo se formó la Tierra y cómo ha evolucionado a lo largo de su historia. El estudio destaca la importancia de continuar investigando las profundidades de nuestro planeta para desentrañar los misterios que yacen bajo nuestra superficie.
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