El magnate Elon Musk ha presentado una demanda contra OpenAI y su CEO, Sam Altman, alegando una violación a los principios fundacionales de la organización.
En el documento presentado ante el Tribunal Superior de San Francisco, Musk afirma que la compañía de inteligencia artificial ha traicionado su compromiso original de beneficiar a la humanidad.
Según Musk, cuando financió la creación de OpenAI, se acordó que la organización operaría como una entidad sin fines de lucro, dedicada al desarrollo de tecnologías en beneficio del público. Además, se estipuló que el código desarrollado sería de código abierto, accesible para el público en general y no sería utilizado con fines exclusivamente privados.
Sin embargo, Musk argumenta que la relación cada vez más estrecha entre OpenAI y Microsoft ha puesto en riesgo este acuerdo fundacional. Musk sostiene que la empresa, bajo su nueva dirección, está desviándose de su misión original al enfocarse en desarrollar inteligencia artificial general (AGI) con el objetivo de maximizar las ganancias de Microsoft, en lugar de priorizar el beneficio de la humanidad.
La demanda interpuesta por Musk incluye acusaciones de incumplimiento de contrato, incumplimiento del deber fiduciario y prácticas comerciales injustas por parte de OpenAI y sus principales ejecutivos. Además, solicita una orden judicial para evitar que cualquier entidad, incluida Microsoft, se beneficie de la tecnología desarrollada por OpenAI.
Este caso legal plantea preguntas fundamentales sobre el rumbo y la ética en el desarrollo de la inteligencia artificial, así como sobre la responsabilidad de las organizaciones en cumplir con sus compromisos fundacionales. La resolución de esta disputa podría tener un impacto significativo en el futuro de la IA y en cómo se utiliza para el beneficio de la sociedad.
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