Tras la sorprendente aparición de Taylor Swift en un partido reciente de los Chiefs de Kansas City, los boletos para los próximos encuentros de este equipo de la NFL se han vuelto más codiciados que nunca. El fenómeno ha generado un aumento significativo en la demanda y el precio de las entradas.
La Semana 3 de la NFL dejó una marca importante en la liga, ya que los equipos de toda la competencia han visto una oportunidad única para aumentar sus ingresos cuando se enfrentan a los Chiefs de Kansas City. ¿La razón detrás de este incremento en la emoción y la demanda? Taylor Swift.
Después del último partido de los Chiefs, donde Taylor Swift fue vista disfrutando en las gradas del Arrowhead Stadium, se desató un frenesí en torno al equipo. Las camisetas de Travis Kelce, una de las estrellas del equipo, experimentaron un aumento de ventas sin precedentes, con un incremento del 400%, según informó Bleacher Report. Además, las redes sociales se inundaron con menciones sobre el evento, e incluso se anunció que Heinz lanzaría una nueva salsa en honor a la cantante.
StubHub, un sitio de reventa de boletos, informó que desde que se anunció la presencia de Taylor Swift en el estadio de los Jets para el partido de la Semana 4 contra Kansas City, el equipo de Nueva York vendió más del doble de boletos en tan solo las 24 horas.
Este fenómeno también tuvo un impacto significativo en los precios de los boletos. Antes de la conexión de Taylor Swift con Travis Kelce, los boletos para los juegos de los Chiefs tenían un precio promedio de alrededor de $198 dólares. Sin embargo, en la actualidad, las entradas para la temporada regular oscilan entre los $250 dólares en Ticketmaster y los $275 dólares en sitios de reventa como Tickets for Less.
Para dar una idea de la magnitud del fenómeno, algunos de los boletos más caros para el MetLife Stadium para el próximo partido se cotizan en $1,500 dólares, sin incluir beneficios VIP, comidas ni extras adicionales.
El efecto Taylor Swift ha demostrado una vez más el poder de la celebridad para influir en la demanda de boletos y el entusiasmo en torno a los eventos deportivos. Los fanáticos están dispuestos a pagar un precio considerable por la oportunidad de ver a sus equipos favoritos en acción y, quién sabe, tal vez incluso encontrarse con Taylor en la fila de las bebidas.
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