El Vaticano anunció el miércoles 8 de noviembre un importante cambio al avalar que las personas trans pueden ser bautizadas y, además, pueden fungir como testigos en ceremonias de matrimonio. Esta decisión marca un hito en la postura de la Iglesia Católica hacia la diversidad de identidades de género.
El Vaticano especificó que los creyentes transgénero pueden recibir el sacramento del bautismo, siempre y cuando no provoque "escándalo público" o "confusión" entre los fieles. Esta medida refleja un paso hacia la inclusión y aceptación de la diversidad de identidades en la Iglesia.
El documento que incluye estas nuevas disposiciones fue aprobado por el Papa Francisco el 31 de octubre, aunque fue anunciado públicamente este miércoles. Además, el Vaticano indicó que los hijos de parejas del mismo sexo, ya sean adoptados o nacidos por gestación surogada, también pueden ser bautizados.
En cuanto a las personas que han pasado por tratamientos hormonales o cirugías de "reasignación de sexo", el Vaticano desarrolló que también son elegibles para el sacramento del bautismo, siempre y cuando cumplan con las mismas condiciones que las personas transgénero.
En el tema del matrimonio, la Santa Sede afirmó que no existe ninguna prohibición en el derecho canónico universal vigente que impida a una persona transexual ser testigo en una boda. Esto representa otro avance en la apertura de la Iglesia Católica hacia la diversidad en sus ceremonias matrimoniales.
En relación con el bautismo de niños hijos de parejas del mismo sexo, el Vaticano señaló que sí es posible, siempre y cuando existe una "esperanza bien fundada" de que el niño será educado en la fe católica. En el caso de niños o adolescentes trans, la posibilidad de ser bautizados dependerá de su disposición y preparación.
Este cambio en las políticas de la Iglesia Católica refleja una evolución en su posición hacia la comunidad LGBTQ+, aunque algunas contradicciones persisten, ya que la homosexualidad continúa siendo considerada un "pecado" según declaraciones previas del Papa Francisco. La iglesia católica, sin embargo, muestra una apertura gradual hacia la inclusión y aceptación de diversas identidades y realidades.
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