Con la proximidad del Día de Reyes Magos, la tradicional Rosca de Reyes mexicana se ha vuelto el centro de atención, pero surge una advertencia sobre el consumo de acitrón, uno de sus ingredientes característicos. El acitrón, un dulce elaborado con la pulpa de las biznagas, está siendo vinculado a la amenaza de extinción de estas plantas en México.
Las biznagas, pertenecientes a la familia de las cactáceas, crecen principalmente en zonas áridas o desérticas, como los desiertos de Sonora y Chihuahua. Su crecimiento es extremadamente lento, tomando entre 14 y 40 años, lo que dificulta su cultivo a gran escala.
La explotación ilegal de estas plantas, motivada por la demanda de acitrón, ha llevado a la clasificación de las biznagas como una especie protegida desde 2005 por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). ) desde 2010.
El proceso de producción del acitrón implica pelar las biznagas, cortarlas y sumergirlas en un jarabe hasta que alcancen un 70 % de contenido de azúcar. Esta práctica contribuye a la disminución de las poblaciones de biznagas, ya que su recolección se realiza de manera ilegal.
Ante la prohibición de explotar estas plantas con fines comerciales, la advertencia se extiende a la población, instándola a optar por roscas que no contengan acitrón y buscar alternativas como ate, higos, frutas cristalizadas o chocolates, para contribuir a la conservación de las biznagas y prevenir su extinción. La conciencia sobre la importancia de preservar estas especies se vuelve esencial para mantener la biodiversidad y el equilibrio ecológico en las regiones afectadas.
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